Caso #5 – La Visita del No Durmiente

Dormir.

Era lo único que José Urriaga quería, pero hacía varias noches que al acostarse, veía junto a él a alguien sentado que lo observaba fijamente.

Según fui informado por su hijastra, Laura, el pobre de José se despertaba gritando varias veces y no fue hasta después de su muerte que encontraron por escrito los sucesos del visitante que no dormía…

Según describió José luego de su muerte, el ser al que llamó No Durmiente se apareció por primera vez en 1993, durante una noche de verano en la que le costaba dormir. Se levantó de la cama para tomar algo y al volver al lado de su esposa que aún dormía lo vio, allí sentado en el aire mismo, observándolo. No había rasgos, solo una silueta oscura cuya cabeza se movía como siguiendo sus movimientos. Encendió la luz rápidamente y la silueta desapareció…

Desde ese momento, todas las noches, al despertarse, pudo verlo allí, sentado en la nada. Primero estaba al otro lado del cuarto, pero cada verano que pasaba, la silueta estaba más y más cerca. Eventualmente el No Durmiente estaba frente a su rostro, separado por pocos centímetros… Aún así, no distinguió nunca un rostro, solo una silueta. El escrito terminaba pidiendo disculpas a su familia, pero ya no soportaba la situación, y espera que nadie más lo vea luego de él.

Laura, por supuesto, al entregarme este escrito y preguntarme de la situación, me dejó en claro sin que lo diga que la pesadilla no había terminado. Ella había comenzado a ver dos siluetas frente a ella… una, el No Durmiente sentado en la nada al otro lado del cuarto. ¿La otra silueta? Se partió en llantos al reconocer la figura de su padrastro, José Urriaga.

Caso: ABIERTO.

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